Lo que me llevará al final serán mis pasos, no el camino
Fito
Por principios y por instinto cada vez que el Gobierno me dice que no
haga algo yo lo hago, si me dice que no diga algo yo lo digo y si me dice que
no me preocupe yo me echo a temblar porque sé que alguna hostia me cae.
El divide y vencerás es una estrategia política muy eficaz desde la
Roma imperial. Quizá bastaría este argumento para rechazar las invitaciones que
varios miembros del PP están haciendo a la PAH y al 15-M para que se presenten
a las elecciones pero hay otros sobre los que quiero incidir aquí.
Estos movimientos y otros (Frente Cívico, Democracia Real Ya, Yayo
flautas, y varios cientos de asociaciones locales menos conocidas) surgen por
dar respuesta a la crisis política y de valores sociales, para dar voz, para
denunciar una desigualdad manifiesta, para regenerar y dar vida a lo político,
para ofrecer alternativas… en general, para reclamar más democracia y de más
cualidad y calidad. Se demanda más participación en la toma de decisiones, más
transparencia, más información, más control sobre el gasto, más acciones
concretas, y, al mismo tiempo, se reivindica y diseña una sociedad más justa,
más solidaria, más de iguales. Cualquiera de esas demandas o ideas es hoy revolucionaria
y, por lo tanto, es de izquierdas (en plural: de izquierdas).
Ahora bien. Como es zurda por origen y planteamientos resulta absurdo que
sea la derecha (una política en profunda crisis la haga el partido que la haga)
quien incite a que se organicen como formación ya que las reglas de juego que
esa derecha estableció y que no quiere cambiar significan un estorbo a
movimientos plurales que no pueden ni deben plantearse como partidos clásicos. Por
otro lado, el PP sabe -y el PSOE también- que la única forma de romper la
alternancia en el poder y acabar con el bipartidismo pasa por la alternativa
que hoy representa IU (y mañana ya veremos si se llama IU o Frente Popular o el
Sursuncorda).
Si la propuesta fuera seria y creyeran que se trata de fortalecer la
democracia, deberían de invitar a organizaciones como Manos Limpias, Pro-Vida,
la Asociación de Víctimas del terrorismo, la CEOE, La Iglesia… o a la mismísima
Esperanza Aguirre a montar partidos políticos y presentarse a las elecciones,
en vez de ir todos coaligados y juntos bajo las siglas del PP; mientras no
fomenten e inciten a los suyos, que nos dejen a los zurdos en paz.
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