Ya no basta con que la ministra le pida a la Virgen del Rocío
o mi alcalde a la Inmaculada Concepción. Ahora, además, los parados y paradas
españoles deben rezar también.
Rezar no es malo pero como no nos han dicho a quién, ni qué,
ni cuánto, yo voy a hacer una propuesta a ver si aunando esfuerzos y con un
poco de organización conseguimos algo; que este PP, ya se sabe, tira la mano y
esconde la piedra.
Dado que hay tanta talla sagrada y tanta figurita que
comprar en el chino yo propongo que optemos por San Cucufato. El objetivo no es
otro que el de concentrar la fe, que si nos dispersamos y cada uno va al
santoral a elegir esto es un follón burocrático de la hostia (consagrada,
claro) y después el Jefe se lía y tal. Ya tenemos interlocutor.
Ahora vamos a ver qué le pedimos. No seáis cutres: a lo grande.
En vez de pedir trabajo -que eso es una ordinariez para lo celestial- vamos a pedir
cortijos, empresas del IBEx 35, mansiones, primitivas, bancos, minas de
diamantes en Cuenca… que os conozco, hacedme caso, a ver si después de todo el
esfuerzo os cae un minijobs de mierda. ¿Ya sabéis cómo hay que rezarle a éste,
no? A ver, repetid conmigo y todos a la vez: San Cucufato, San Cucufato, los
cojones te ato y si no me encuentras (…trabajo o cortijo o lo que hayamos
pedido), no te los desato. Sabréis también que esto va acompañado de una
cuerdecilla o maroma, dependiendo del tamaño de la figurita, atada a los
cataplines y se le van dando tirones a medida que el rezo, cual mantra, se va
repitiendo.
Nos falta, para que sea más efectivo, ponernos de acuerdo
para que atemos 6.200.000 cuerdas a la vez.
Ahora que lo pienso: ¿Y si nos pusiéramos de acuerdo para
otras cosas? Se me ocurren algunas, mirad, podríamos ir a las urnas, podríamos
salir a la calle, podríamos pensar, podríamos diseñar alternativas, podríamos rebelarnos,
podríamos opinar, podríamos indignarnos.
Podríamos soñar.
Menos mal que no nos han pedido que nos arrodillemos. Igual
la provocación habría sido muy alta.
No hay comentarios:
Publicar un comentario